En anteriores entradas hemos hablado acerca de que la evaluación debe ser parte esencial de la planeación. Planteándolo de manera más sintética, los objetivos de aprendizaje deben plasmarse en indicadores de evaluación. Si quiero que el alumno aprenda un concepto, un procedimiento, o adquiera una actitud determinada, debo tener una manera concreta de comprobarlo.
La taxonomía de Bloom continúa siendo uno de los referentes más utilizados para redactar objetivos educacionales, fue diseñada por Benjamin Bloom en 1956. Consta de una clasificación de objetivos de acuerdo a diferentes niveles cognitivos del ser humano, los cuáles parten de los más básicos, a los más complejos.
Al emplearlos se debe llevar una coherencia, esto es iniciar en los objetivos específicos con verbos de conocimientos básicos y de ahí subir hasta los más complejos, es decir no podemos usar el verbo explicar que es de la categoría de análisis, sin antes haber empleado verbos de las categorías conocer, comprender y aplicar.
El trabajo iniciado por Bloom ha sido objeto de algunas revisiones y modificaciones adaptándola al paso del tiempo. Aunque cabe resaltar que éstas no han cambiado de manera radical los niveles de la taxonomía, simplemente la han enriquecido introduciendo una serie de aprendizajes propios de los nuevos tiempos. Un ejemplo de esto es que se introdujeron acciones que deberían ser realizadas por el alumnado tales como “hacer búsquedas en Google”, “subir archivos a un servidor”, “recopilar información de medios”, “publicar” o “programar”.
Recordemos cómo se diseñan los objetivos de evaluación:
Como se ha señalado anteriormente, cuando un docente redacta los objetivos en su planeación, debe privilegiar la coherencia, para esto se debe comenzar usando verbos de categorías básicas hasta llegar a las más complejas. Es justo señalar que para diseñar objetivos de aprendizaje no existe una fórmula infalible, pero esencialmente constan de: Acción, contenido, criterio y condición.
Acción: Debe ir en infinitivo, por ejemplo dibujar
Contenido: Una cordillera
Criterio: señalando con claridad sus partes
Condición: en cartón reciclado
Observémoslo en una tabla
Acción (verbo) | Contenido | Criterio | Condición |
Dibujar | una cordillera | con todas sus partes | en cartón reciclado |
¿Qué otros aspectos debes tomar en cuenta al redactar objetivos de aprendizaje?
- Los alumnos
- Los conocimientos previos
- El contexto
- Que presenten un reto alcanzable
- Que favorezcan el autoaprendizaje
- Que sean secuenciales
Recordemos cómo se diseñan los indicadores de evaluación:
1. Iniciar con un verbo operativo, que sea observable, cuantificable y ejecutable, se sugiere utilizar verbos correspondientes a los niveles tres y seis de la taxonomía de B. Bloom (1953).
Aquí unos ejemplos: desarrolla, demuestra, evalúa, construye, defiende, sostiene una postura, ejerce, sustenta, fundamenta, debate, define y aporta.
2.- Definir el contenido, tema, materia, aspecto sobre el cual se desarrolla la acción del verbo. Ejemplos: las obras teatrales, las figuras geométricas etc;
3.- Definir la calidad o nivel de exigencia en que ese verbo operativo debe ser ejecutado. Ejemplos: con claridad y fluidez, adecuadamente, pertinentemente, con precisión, con dominio, con argumentos, etc;
4.- Describir el contexto en el que se espera la acción, ya sea expresión de conceptos, procedimientos o actitudes. Ejemplos: frente al grupo, en equipo, en colaboración, en el patio escolar, frente a una audiencia, en casa, etc;
Tabla guía para redactar indicadores de evaluación desde el enfoque formativo | |||
Verbo operativo | Contenido | Nivel de exigen- cia | Contexto |
Selecciona | información confiable de diversas fuentes | con pre-cisión y seguri- dad | en el salón de clases |
Dialoga | a partir de preguntas | con orden de ideas y fluidez | en equi-po |
Analiza | el impacto ambiental de los procesos de obtención y consumo de energía eléctrica | de manera atenta y reflexi- va | frente a la clase |
¿Cómo diseñar objetivos, indicadores y actividades de evaluación usando la taxonomía de Bloom?
A continuación te mostramos ejemplos de cómo diseñar objetivos, indicadores y actividades de evaluación con cada nivel de dominio cognitivo de la taxonomía de Bloom:

*Podemos observar que existe congruencia entre el nivel de dominio cognitivo, el objetivo, los indicadores de evaluación y la actividad diseñada para evaluar.





¡Esperamos que estos ejemplos de objetivos de aprendizaje, indicadores y actividades de evaluación usando la Taxonomía de Bloom te sean de utilidad!
Enlace de descarga del material: https://1drv.ms/w/s!AmvKaTCUGwAzhG7sjbX8Js5nqVLX
Considero que la información proporcionada es interesante, fácil de comprender y de gran ayuda para mi labor docente.
Muchas gracias Maricela, saludos.
Me parece que toda esta información es valiosa y útil para los docentes, hay muy buenas ideas
Qué tal Ivonne, muchas gracias por tus comentarios, te envío un cordial saludo.
Excelente material. Felicitaciones, estimado maestro. Bendiciones
Hola Nube, muchas gracias por tu comentario, saludos cordiales.
Me parecío claro, preciso y conciso este artículo. Los artículos así despiertan el interés, para seguir investigando sobre el tema
Hola Lizzy, me da gusto que la información sea de tu agrado, saludos.
Gracias por toda la información compartida, es muy útil y entendible.
Desde Argentina! estoy en mis practicas como docente y tu material me resulta de gran actividad para diseñar mi próxima secuencia didáctica. Mis profesores sólo nos dieron una idea muy vaga de la taxonomía de Bloom. Muchas gracias