Alumnos con déficit de atención e hiperactividad (TDAH): estrategias para aplicar en el aula

Atender la diversidad en las aulas es una de las tareas más complicadas que existen en la profesión docente, buscar que las actividades respondan a las características y necesidades de cada uno de los alumnos exige conocimiento, creatividad y empatía, entre otras cosas. Una de las dudas más comunes que se presenta en relación con lo anterior es en lo referente a la atención que se les puede brindar a los alumnos que presentan (TDAH) o Trastorno por Déficit de Atención por Hiperactividad.

Antes de entrar en materia, es necesario tener bien claras las características de este trastorno, ya que no es conveniente etiquetar a cualquier alumno por el sólo hecho de ser inquieto. El (TDAH) Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad es un trastorno de origen neurobiológico que afecta aproximadamente al 5% de la población en edad escolar. Entre las características que un alumno con TDAH puede presentar se encuentran las siguientes:

  • Síntomas de desatención
  • Incapacidad de resistirse a estímulos irrelevantes
  • Dificultad para concentrarse durante mucho tiempo
  • Problemas para mantenerse largo tiempo realizando una actividad
  • Hiperactividad (alto nivel de actividad motora)  
  • impulsividad (dificultad de autocontrol en sus emociones, pensamientos y conductas)
  • Todo lo anterior interfiere de manera negativa en su aprendizaje y/o comportamiento.

Estas características  pueden manifestarse de manera conjunta  o bien resaltar solamente una de ellas. Es necesario, de igual manera  señalar que el TDAH no siempre se manifiesta con hiperactividad.

Cuando el profesor sospecha que un alumno puede estar afectado por TDAH debe informar a los padres y comunicarles  la información recogida, para que en conjunto con especialistas se pueda elaborar un diagnóstico completo y pertinente.

¿Cómo debe actuar la escuela ante alumnos con TDAH?

Es recomendable que  la escuela muestre cierta flexibilidad ante las necesidades de estos alumnos. La alteración que presentan en las funciones ejecutivas redunda en que tengan dificultades para recuperar lo aprendido anteriormente, para aplicarlo, lo que conlleva que tengan mayor dificultad para:

• Recordar con detalle lo que ha sucedido o han aprendido.

• Comunicar lo que saben, de forma estructurada y ordenada.

• Detectar y reconducir los errores que cometen en el momento de la ejecución de una tarea o actividad.

• Aprender de los errores, de los castigos o de los premios, anticipar sucesos y consecuencias.

En conclusión, presentan dificultades para consolidar los aprendizajes y optimizar el rendimiento de lo que saben. Pueden hacerlo, pero, les lleva más tiempo y requerirán de más esfuerzo y de más acompañamiento que los demás. Es aconsejable que la dirección de la escuela apoye al  profesor y le permita hacer las adecuaciones necesarias.

Estrategias y orientaciones para el profesor

• Presentarle un ambiente estructurado y predecible

• Procurar informarle siempre de las reglas y/o normas de la clase: es conveniente que estén siempre a la vista del alumno.

• Tener un espacio en el pizarrón o en un lugar visible, para anotar fechas de entrega de trabajos y tareas. Dejarles tiempo para que copien lo que se ha anotado, ésta información debe estar siempre accesible al alumno.

• Se recomienda tener el horario semanal en algún lugar visible del aula.

• Procurar anticiparse a las novedades. Es  necesario informarles con prontitud sobre los cambios de horario y sobre cualquier variación de la rutina.

• Enseñar al alumno a planificar desde cosas tan simples como la preparación de todo el material antes de empezar una tarea, hasta aspectos más complejos como la resolución de problemas (los pasos que ha de seguir).

• Es muy  importante que el profesor se asegure de que el alumno ha entendido las instrucciones completas. Para ello se recomienda que le pida que repita lo que ha dicho, que lo escriba y se lo enseñe, o bien, que lo lea en voz alta.

• Sobre el pupitre sólo debe de tener lo que es necesario en cada momento, acostumbrándole a que guarde lo que ya no vaya a utilizar.

• Es conveniente dar un tiempo para ordenar el pupitre a diario: hay que decirle cómo se hace y cómo lo debe ordenar (especialmente  en los primeros grados). El supervisarlo lo ayudará a aprender a hacerlo, castigarlo no mejorará su desorganización.

• También es importante dar tiempo al alumno para ordenar el contenido de sus cuadernos, al menos una vez por semana (quitar hojas con dibujos o que se han saltado). Muchas veces escriben en cualquier hoja sin ningún orden. Si es el caso, explicarle cómo debe ser el orden de sus cuadernos, sin castigos, pero insistiendo para que lo haga y lo aprenda. Es conveniente revisar sus cuadernos con  frecuencia.

• Es importante  revisar a diario que ha anotado todo y que se lleva el material necesario para el estudio y realizar las tareas. Estos alumnos tardarán más años en automatizar este proceso que requerirá una supervisión durante mucho más tiempo. Es recomendable encontrar una manera de ayudar al alumno de secundaria en el manejo de la agenda y hacerlo de forma que no afecte a su autoestima.

• El lugar donde se sienten es mejor que sea espacioso, con luz suficiente, lejos de puertas y ventanas, evitando distracciones. No es conveniente separarlo de manera destacada o aislarlo.

• Ubicar al alumno con TDAH cerca del profesor (no en su escritorio, sino cerca para poderlo supervisar) para facilitar el permanente contacto visual y la supervisión de las tareas, así como el control de los distractores. De esta manera podrá ayudarle a reconducir la atención con alguna señal no verbal cuando se distrae.

• Cuidar el acomodo de los pupitres para el trabajo en equipos: evitar las mesas en cuadrado, es mejor organizarlas en herradura o en parejas.

• Sentarlo junto a un compañero tranquilo que pueda servir de modelo positivo. Cuando el alumno TDAH se pierda, podrá mirar o consultar a su compañero y ubicarse otra vez en el tema, además puede colaborar como guía del alumno.

Estrategias para mejorar el rendimiento académico

• Darle la oportunidad de acabar las actividades. Para darle más tiempo, se le puede entregar la actividad a él primero y recogerla el último (atendiendo así su necesidad de más tiempo); ese tiempo extra le ayudará a terminar las tareas.

• Hacerle colaborar en las rutinas del aula, como repartir el material a los compañeros, ir a buscar gises o tizas, esto le permitirá tener la oportunidad de levantarse y moverse (atendiendo a su necesidad de movimiento).

• El alumno con TDAH necesita combinar cortos periodos de atención con acción manipulativa. Es adecuado mantener una enseñanza activa (multisensorial), empleando constantemente material concreto.

• Ofrecerle halagos constantes ante cualquier avance o  tarea que haya podido terminar.

• Proporcionarle un refuerzo positivo cuando haya terminado la tarea, aunque sólo sea por haberla acabado.

Recomendaciones finales

• Es aconsejable dividir las tareas en etapas breves. Determinar el tiempo de trabajo/atención y ajustar su trabajo a ese tiempo, que poco a poco deberá aumentarse, a medida que el niño progrese.

• Disminuir la duración de las actividades, organizando su ejecución por etapas, e incluso valorar la posibilidad de que puedan ser completadas en diferentes horarios.

• Permitir, en ocasiones, que el alumno pueda elegir entre diferentes actividades o materiales.

• Asignar menos cantidad de ejercicios (acorde al ritmo de trabajo del alumnos) , es mejor que realice menos cantidad y bien hechos, que muchos y mal.

• Plantearles preguntas frecuentes y secuenciadas con marcadores temporales. Por ejemplo: ¿Qué hicimos primero?  ¿Y después de esto, qué crees que sigue?, etc.

• Enseñar estrategias de autoinstrucciones mediante el habla interna, para que el alumno module su conducta a través del lenguaje. Para ello, los niños deberán memorizar de forma gradual los siguientes mensajes e incorporarlos a su trabajo diario:

– Escucho y pongo atención a lo que tengo que hacer.

– Cuando leo, me fijo mucho.

– Pienso lo que tengo que hacer. Marco un plan.

– Hago el ejercicio con cuidado. Puedo hacerlo bien.

– Repaso con atención y corrijo lo que esté equivocado.

– Lo conseguí. Soy bueno en esto

Existen voces que opinan que estas características son parte del desarrollo normal del niño y  demeritan la existencia del TDAH como tal. Ante esto, resulta necesario dejar en claro que este artículo se centra en brindar herramientas a los docentes acerca de cómo atender a los alumnos que presentan dichas características, las cuales (y este es el punto en donde todos están de acuerdo) se presentan con frecuencia en las aulas.

¡Espero que la información te haya sido de utilidad!

Referencias:

Guía de atención en la escuela ante alumnos con TDAH. ANHIDA

Ambientes de aprendizaje, Programa de estudio 2011, Guía para el maestro, Educación Básica, SEP

16 comentarios en “Alumnos con déficit de atención e hiperactividad (TDAH): estrategias para aplicar en el aula”

  1. Felicito su labor, soy fundadora de la comunidad UNIDOS POR EL TDA y estamos organizando un programa de capacitacion en provincias con un grupo multidisciplinario de profesionales. Estariamos complacidos de clmpartir experiencias y saber si podemos contar con sus profesionales y experiencias en algunos de nuestros eventos. Les deseamos muchos éxitos en su gestión.

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  2. Hola Jorge, acabo de ingresar a tu pagina y me parece muy interesante y necesarios los temas que públicas. Gracias por tu aporte que me va servir mucho en mi labor educativa.

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  3. Jorge gracias por tan oportuna información, tus aportes son valiosos, nos ayudan mucho en nuestra labor y nos orientan para realizar mejor nuestro desempeño.

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